El CEDEX en la Antártida. Proyecto MERIDIAN

El pasado miércoles 19 de febrero, un grupo de investigadores del proyecto MERIDIAN, entre los que se encuentra nuestro compañero Manuel Toro, del C.E. Hidrográficos, partió de Madrid rumbo al continente blanco para trabajar en una de las zonas antárticas especialmente protegidas (ZAEP), la Península Byers, situada al oeste del borde de la capa de hielo permanente de la isla Livingston (Islas Shetland del Sur). Es un enclave con una gran diversidad biológica y constituye una de las zonas limnológicas más importantes de la Antártida, con la presencia de más de 60 lagos y numerosos arroyos de agua dulce que se deshielan 2 o 3 meses durante el verano austral.
El Proyecto MERIDIAN, dirigido por la Universidad Autónoma de Madrid, y en el que participan investigadores del CEDEX, de la Universitat de Valencia y del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, estudiará la relevancia de las perturbaciones ambientales y los efectos del cambio climático en la diversidad de la microbiota del suelo en varias cuencas lacustres. En la Antártida, los cambios recientes en la temperatura y el régimen de precipitaciones están afectando globalmente, ya que esta región es crucial en el almacenamiento y liberación de gases de efecto invernadero, y los microorganismos en sus suelos desempeñan un papel vital en el ciclo biogeoquímico del carbono al fijarlo y descomponerlo, por lo que su alteración puede provocar un aumento en la liberación de gases como el CO₂.

El equipo de investigación se enfrentará a varios desafíos técnicos y logísticos en las cuencas de 6 lagos antárticos de la Península Byers, al trabajar en uno de los entornos más extremos del planeta. El papel del CEDEX en esta primera campaña se centrará en la instrumentación de los lagos con diferentes tipos de sensores que medirán en continuo variables para el estudio de las condiciones ambientales y su impacto en la microbiota, así como en el estudio morfométrico de sus cubetas. Además, también se analizarán los sedimentos de estos lagos, que son uno de los archivos más valiosos de información sobre la evolución del clima pasado en la Antártida.
Los resultados de este proyecto proporcionarán datos cruciales para comprender cómo los microorganismos responden a los cambios en el clima (temperatura y humedad) y su relación con el ciclo del carbono, aportando evidencias que faciliten la predicción de futuros impactos del cambio climático, no solo en la Antártida, sino en todo el planeta.
Durante las próximas semanas se informará del desarrollo y avances en los trabajos de la campaña.