Proyecto de invertigación. Manuel Lorenzo Pardo. Ingeniero hidráulico (1881-1953)

Manuel Lorenzo Pardo constituye sin duda una figura de especial relevancia en el ámbito de la ingeniería civil en España, su actividad trascendió el ámbito de su profesión, imprimiendo un carácter científico en todas sus realizaciones, formando parte de la llamada generación de sabios, caracteriza por el despegue de la ciencia española hacia la producción propia y la internacionalidad, con base en el trabajo realizado por las generaciones anteriores de científicos.

Durante su carrera profesional contactó y trabó amistad con profesionales de perfiles muy diversos, como Leonardo Torres Quevedo (autor del trasbordador de las cataratas del Niágara, todavía en uso), con quien llegó a trabajar en sus primeros años, o los hermanos Regino y José Borobio, discípulos del arquitecto Fernando García Mercadal e introductores de las ideas del racionalismo moderno en la ciudad de Zaragoza. En los últimos años de su vida fue presidente del Consejo Superior de Obras Públicas.

La figura de Manuel Lorenzo Pardo no sólo es interesante por el trabajo desarrollado en el ámbito de la ingeniería hidráulica y su papel en la dirección de organismos y entidades de carácter institucional. Se trata de un personaje verdaderamente atractivo por la intensidad y calidad de sus relaciones y actividades extraprofesionales, fuertemente conectado con el ambiente científico y cultural de su época. Fue miembro fundador de la Academia de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de Zaragoza (sección Exactas), de la que fue su Secretario entre 1919 y 1927. De igual manera, fue uno de los fundadores de la Sociedad Fotográfica de Zaragoza (1922), de la que fue su presidente en dos ocasiones. En este contexto, entablará relaciones con personajes de la talla de Santiago Ramón y Cajal o Einstein, también éste muy interesado por la fotografía como herramienta científica y técnica. 

Otro aspecto a destacar es su interés por todos los aspectos concernientes a uso y aprovechamiento del agua: regadíos, saneamientos, etc. lo que le llevó a impulsar la creación de las Confederaciones Hidrológicas, organismo desde el cual se gestionaría de forma integral los recursos hídricos de las cuencas de los ríos, salvando las divisiones provinciales. Un modelo copiado a escala internacional. Asimismo, fue fundador del Centro de Estudios Hidrográficos, que a lo largo de su existencia, compartió espacio en la conocida como Colina de las Ciencias (cerrillo de San Blas), en correlato con otras instituciones científicas, como el Observatorio Astrológico, el Real Jardín Botánico, el Hospital de San Carlos o el hoy Mueso del Prado, antiguo Museo de Ciencias Naturales.